¿Sabías que la demencia vascular es la segunda causa más común de demencia después del alzhéimer? Su origen está en la interrupción del flujo sanguíneo al cerebro, lo que priva de oxígeno a las células cerebrales y provoca un deterioro progresivo de la memoria, el razonamiento y de la autonomía del paciente.

La demencia vascular puede ocurrir como consecuencia de un infarto cerebral extenso o de la repetición de pequeños infartos cerebrales que, al acumularse, van deteriorando progresivamente el tejido cerebral. Dependiendo de cómo se produzca y de las zonas del cerebro afectadas, hablamos de diferentes tipos de demencia vascular.

Ante un evento de deterioro cognitivo, entender los diferentes tipos de demencia vascular puede ser clave para actuar a tiempo, determinar el tratamiento idóneo y mejorar la calidad de vida de la persona afectada. En este artículo, te explicamos las variantes más comunes y cómo la neurorrehabilitación puede marcar la diferencia.

Infarto lacunar múltiple

El infarto lacunar múltiple es un accidente cerebrovascular de pequeño tamaño (habitualmente tienen un diámetro máximo de 15 mm). Este tipo de demencia vascular se debe a la obstrucción de pequeñas arterias cerebrales, que provocan microinfartos en zonas profundas del cerebro, que son clave en la transmisión de información entre el tronco y la corteza cerebral. Es decir, aunque son pequeñas lesiones, dependiendo de la zona afectada, pueden provocar problemas relacionados con el movimiento, el tono muscular y la percepción, lo cual puede suponer un riesgo importante de acarrear una discapacidad.

Los síntomas que avisan a una persona que está sufriendo un infarto lacunar dependen de la zona del cerebro que está siendo dañada. Puede haber un debilitamiento o parálisis en un mismo lado del cuerpo (hemiparesia) en cara, brazo, pierna, pie, ojo, músculos, problemas en el habla o en el movimiento, así como de coordinación. Un diagnóstico temprano y estrategias de rehabilitación pueden ayudar a frenar el deterioro y mejorar la funcionalidad del paciente.

Demencia multiinfarto

Este tipo de demencia vascular ocurre cuando múltiples infartos cerebrales, a lo largo del tiempo, afectan a vasos sanguíneos de tamaño medio del cerebro, generando una pérdida progresiva de habilidades cognitivas. Su inicio es agudo, su evolución es progresiva y sus períodos intermedios de estabilización, junto a los periodos de empeoramiento, suelen coincidir con nuevos infartos. A medida que aparecen nuevas isquemias e infartos cerebrales, progresa el deterioro neurocognitivo y disminuye la independencia funcional. 

Dependiendo de su localización, pueden darse afectaciones en los dominios de lenguaje, función ejecutiva, visuoespacial o perceptiva, cálculo y memoria, así como la atención, alteraciones conductuales y afectivas, y también compromiso de la marcha. A más infartos, más deterioro y demencia. 

Demencia de Binswanger

La enfermedad de Binswanger es un tipo de demencia vascular progresivo causado por aterosclerosis y tromboembolismo que afectan a los vasos sanguíneos que irrigan la sustancia blanca del cerebro y los grupos de células nerviosas llamados ganglios basales y tálamo.

La mayoría de las personas afectadas con esta enfermedad tienen una pérdida progresiva de memoria y de las capacidades intelectuales, es decir, demencia. Además, pueden presentar urgencia urinaria o incontinencia, caminar lento y una marcha inestable.

Debido a que la enfermedad es causada por problemas vasculares (sobre todo, hipertensión crónica), los síntomas y hallazgos físicos asociados con la enfermedad de Binswanger pueden empeorar repentinamente debido a un nuevo accidente cerebrovascular. Después puede volver a estabilizarse y mejorar por un breve tiempo. No obstante, el deterioro cognitivo y físico continúa progresando a medida que los vasos sanguíneos se obstruyen cada vez más.

En este tipo de demencia vascular, el control de los factores de riesgo vascular y los programas de rehabilitación especializados y personalizados pueden retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Demencia por infarto estratégico

A diferencia de otros tipos de demencia vascular, esta variante se produce cuando el infarto afecta a una región clave del cerebro, como el tálamo o el hipocampo, que son zonas de gran valor estratégico para la cognición y la conducta. En el desarrollo de esta demencia influye no solo en la funcionalidad del área lesionada, sino también los procesos de otras áreas cerebrales conectadas con esta. Por tanto, dependiendo de la zona lesionada, el paciente puede experimentar alteraciones en la memoria, dificultades motoras, problemas en el lenguaje, cambios de humor, apatía, pérdida de iniciativa, etc.

De nuevo, para su tratamiento, es necesario un enfoque terapéutico centrado en la rehabilitación cognitiva y motora con el fin de recuperar las habilidades perdidas y maximizar la autonomía del paciente.

Demencias vasculares hereditarias

Existen formas hereditarias de demencia vascular, como el CADASIL (Arteriopatía Cerebral Autosómica Dominante con Infartos Subcorticales y Leucoencefalopatía). Concretamente, esta enfermedad genética, de las denominadas enfermedades raras, está ligada al gen NOTCH3, localizado en el cromosoma 19, que produce un daño progresivo de pequeños vasos, causando accidentes cerebrovasculares recurrentes y deterioro cognitivo progresivo. 

Los accidentes vasculares que se producen conllevan alteraciones de la marcha, incontinencia urinaria y parálisis pseudobulbar. También aparecen demencias unos años después del primer accidente vascular, y las migrañas suelen ser con aura, e intensas. Este tipo de demencia vascular también propicia cambios del humor, que se caracterizan por depresión severa con posible alternancia de episodios típicos de manía.

Aunque no tiene cura, el seguimiento médico y una intervención temprana pueden ayudar a ralentizar su evolución y mejorar la calidad de vida del paciente.

Neuropsicología para ayudar a los pacientes

El tratamiento de la demencia vascular no solo se basa en controlar los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes, obesidad o el tabaquismo), sino también en la rehabilitación física y cognitiva. En este último aspecto, la neuropsicología desempeña un papel esencial en la recuperación del paciente, mediante terapias diseñadas para mejorar la memoria, la atención y las funciones ejecutivas. 

Pero además de la atención cognitiva, que nos permite mejorar dichas funciones y capacidades del paciente (orientación, atención, memoria, etc.), el equipo de neurorrehabilitación de Lescer, también se ocupa de los problemas emocionales y psicológicos, como es el caso de la ansiedad, la depresión, la pérdida de autoestima, la frustración o la ira que vienen derivados de los déficits cognitivos y motóricos que afectan al paciente y a su capacidad para relacionarse con su entorno.

Como también hemos explicado, estos tipos de demencia vascular pueden provocar alteraciones conductuales y afectivas que conllevan auténticos cambios de personalidad. Es por eso que en Lescer, la rehabilitación neuropsicológica también incluye intervenciones conductuales enfocadas a los aspectos derivados del daño cerebral, con el fin de que el paciente adquiera una conducta adaptativa y positiva.

Un último aspecto que trata la neuropsicología para pacientes con distintos tipos de demencia vascular es la intervención visual. En Lescer, nuestros especialistas en rehabilitación neuropsicológica también se encargan de detectar alteraciones visuales (pérdida de campos visuales, diplopias, foria, problemas de acomodación, etc.) para derivar a nuestros pacientes a un centro especializado en el tratamiento de todos los problemas del sistema visual.

En Lescer trabajamos los distintos tipos de demencia vascular con programas personalizados de neurorrehabilitación con atención multidisciplinar, que nos permite ayudar de forma individual a cada paciente con el fin de mantener su autonomía el mayor tiempo posible, y mejorar su calidad de vida y estado emocional. Si necesitas más información sobre nuestro Centro de Rehabilitación Neurológica en Madrid, puedes contactar con nosotros a través del correo administracion@lescer.es o llamándonos al teléfono 91 739 81 42. 

Referencias consultadas

https://actaneurologica.com/index.php/anc/article/view/1123/550

https://rarediseases.org/es/rare-diseases/binswanger-disease/

https://www.codem.es/Adjuntos/CODEM/Documentos/Informaciones/Publico/440fa1be-487e-4e7e-bd08-b573c84db01e/D275764C-0CA5-4667-8AF3-E5578B8EB144/e0e8985b-714b-4c3a-aa83-1dc458f79603/e0e8985b-714b-4c3a-aa83-1dc458f79603.pdf

https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/demencia-vascular

https://psicologiaymente.com/clinica/infarto-lacunar

https://www.msdmanuals.com/es/hogar/enfermedades-cerebrales-medulares-y-nerviosas/delirio-y-demencia/demencia-vascular 

https://www.hipocampo.org/galeria/galeriaIE.asp