¿Te preocupa el deterioro cognitivo o la posibilidad de desarrollar demencia en el futuro? Sabemos que, actualmente, no existen tratamientos que se hayan comprobado que puedan prevenir la demencia, sin embargo, al igual que sucede con muchas otras enfermedades, hay medidas que podrían ayudar a reducir el riesgo de desarrollarla. La ciencia respalda que pequeños cambios en nuestro estilo de vida pueden marcar una gran diferencia. En este artículo, te explicamos cómo prevenir la demencia con actividades físicas, estimulación cognitiva y pautas clave avaladas por la investigación.

Actividades que influyen en la prevención de la demencia

Prevenir la demencia no depende de un solo factor, sino de un conjunto de hábitos que fortalecen nuestro cerebro a lo largo de los años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta un 40% de los casos de demencia podrían evitarse con un enfoque preventivo. Concretamente, el informe “Directrices sobre la reducción del riesgo de deterioro cognitivo y demencia”, publicado en 2019 por la OMS destaca que, modificando factores de riesgo como el sedentarismo, la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, la depresión o el aislamiento social, se podría reducir significativamente la incidencia de la demencia.

Ejercicios esenciales para prevenir la demencia

Además de las actividades diarias, la OMS sugiere al menos 150 minutos semanales de actividad moderada para prevenir la demencia. Existen ejercicios específicos que han demostrado ser eficaces:

  • Ejercicio aeróbico moderado: caminar a paso ligero, nadar o montar en bicicleta ayudan a mejorar la circulación cerebral.
  • Entrenamiento de fuerza: mantener la masa muscular mediante ejercicios con pesas o el propio peso corporal influye positivamente en la salud cognitiva.
  • Ejercicios de coordinación y equilibrio: el yoga, el Tai-Chi o el baile consiguen estimular distintas áreas cerebrales a la vez.

 

¿Por qué son importantes los ejercicios físicos para prevenir la demencia?

El ejercicio no solo cuida el cuerpo, sino que es una de las estrategias más potentes para proteger el cerebro. Es por eso que en Lescer, integramos programas de neurorrehabilitación con actividad física personalizada para tratar de frenar la progresión de la demencia. Pero, ¿por qué moverse protege al cerebro? La ciencia ha demostrado que la actividad física actúa a múltiples niveles:

  • Promueve la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para crear nuevas conexiones neuronales; y también promueve la creación de nuevas neuronas, especialmente en el hipocampo, área crucial para el aprendizaje y la memoria.
  • Reduce la inflamación crónica y el estrés oxidativo , factores asociados al deterioro cognitivo. Un estudio publicado en Neural Plasticity (2020) confirmó que las personas sedentarias tienen mayor riesgo de deterioro cognitivo debido a un entorno cerebral más inflamatorio. Y es que la inflamación crónica y el daño por radicales libres son factores clave en el desarrollo de la demencia.
  • Reduce los factores de riesgo cardiovascular. El ejercicio ayuda a controlar la hipertensión arterial, que daña los vasos sanguíneos del cerebro. También mejora la resistencia a la insulina, y otros factores que pueden causar infartos cerebrales, que aceleran el deterioro cognitivo.
  • Mejora la oxigenación cerebral, protegiendo contra la neurodegeneración. 
  • Mejora el flujo sanguíneo cerebral, esencial para nutrir las neuronas.
  • Fomenta la liberación de factores neurotróficos , sustancias que favorecen la supervivencia de las neuronas.

La importancia de la estimulación cognitiva contra la demencia

A medida que envejecemos, nuestro cerebro tiende a perder cierta eficiencia, especialmente si no lo ejercitamos con frecuencia. Esta pérdida puede acelerarse en personas con daño cerebral o con factores de riesgo como el aislamiento social, enfermedades cardiovasculares, diabetes, estrés crónico … La estimulación cognitiva actúa como un “entrenamiento cerebral” que ayuda a fortalecer las redes neuronales existentes y, en muchos casos, a crear nuevas conexiones (neuroplasticidad).

La estimulación cognitiva se consigue al realizar ejercicios como los crucigramas, leer y escribir, practicar juegos de lógica, aprender un idioma o a tocar un instrumento musical. Estas actividades ayudan a activar y mantener las funciones cognitivas como la memoria, la atención, el lenguaje, el razonamiento o la orientación espacial. Con todo ello, también se consigue elevar la autoestima y reducir el riesgo de depresión asociada al deterioro cognitivo.

En Lescer diseñamos programas de neurorrehabilitación personalizados, ya sea para personas con daño cerebral adquirido o con enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson o el alzhéimer u otros tipos de demencia. Nuestro equipo de neuropsicólogos trabaja con sesiones estructuradas que incluyen diferentes técnicas y ejercicios, dinámicas grupales, nuevas tecnologías y actividades sociales que conectan con los intereses y la historia de vida de cada paciente.

Si tienes dudas sobre cómo prevenir la demencia o necesitas asesoramiento sobre su tratamiento, no dudes en consultar con nuestro equipo a través del correo administracion@lescer.es o llamándonos al teléfono 91 739 81 42. En Lescer sabemos que un cerebro activo es un cerebro protegido, por eso, prevenir la demencia no solo depende de la genética y factores de riesgo, sino también de cómo desafiamos nuestra mente cada día.

Referencias bibliográficas

1- OMS (2019). Reducción del riesgo de deterioro cognitivo y demencia: directrices de la OMS. Disponible en: https://www.who.int/publications/i/item/risk-reduction-of-cognitive-decline-and-dementia

2- Neural Plast. 2020 Dec 14;2020. Effects of Physical Exercise on Neuroplasticity and Brain Function: A Systematic Review in Human and Animal Studies. Disponible en: https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC7752270/ 

Otras referencias consultadas

https://www.alzheimers.gov/es/puedo-prevenir-demencia