Sentir agotamiento mental o cansancio después de realizar tareas que requieren un esfuerzo cognitivo más intenso de lo habitual o tras una sobreexposición a estímulos mentales, es algo bastante común. Hablamos de la fatiga cognitiva, un estado de agotamiento que, como su nombre indica, perjudica los procesos cognitivos, tales como la atención, la memoria y la toma de decisiones.

Cualquier persona puede experimentar fatiga mental, pero en el caso de las personas con dificultades cognitivas o con un daño cerebral, esta fatiga suele aparecer más fácilmente y en tareas más sencillas. 

Si sumamos los efectos de la fatiga cognitiva a los déficits cognitivos que conllevan un daño cerebral, estos problemas pueden intensificarse y, a su vez, pueden hacer disminuir el rendimiento del paciente tanto en su vida diaria como en el proceso de neurorrehabilitación.

¿Qué es la fatiga cognitiva?

Como hemos avanzado, la fatiga cognitiva es una disminución de la capacidad para realizar tareas mentales de manera ágil y eficaz, debido al desgaste de los recursos cognitivos. Suele suceder tras un esfuerzo prolongado de actividad mental intensa o de situaciones que exigen gran concentración, planificación, memoria o toma de decisiones.

Puede aparecer de forma temporal a cualquier persona, pero en el caso de padecer dificultades cognitivas o daño cerebral es posible que la fatiga mental suceda con más asiduidad. Además, si se trata de pacientes que realizan neurorrehabilitación, hay que tener en cuenta esta situación, ya que es necesario cumplir con los objetivos terapéuticos y, a la vez, evitar que el paciente se fatigue en exceso con la terapia.

Síntomas comunes de la fatiga cognitiva

La fatiga cognitiva no es fácil de percibir a simple vista, pero el cuerpo sí que lo siente y lo manifiesta con diferentes síntomas:

  • Lentitud para procesar y comprender información.
  • Dificultad para mantener la atención.
  • Problemas de concentración y memoria.
  • Sensación de bloqueo o agotamiento mental al realizar actividades mentales sencillas, como leer.
  • Irritabilidad, bajo estado de ánimo o frustración por no poder realizar tareas simples.
  • Necesidad frecuente de descansar, incluso tras esfuerzos pequeños.

¿Qué consecuencias tiene la fatiga cognitiva en nuestro día a día?

La fatiga cognitiva no solo afecta al rendimiento académico o laboral, sino también a las relaciones personales y al bienestar emocional. La persona puede tener dificultad para seguir una película, leer un libro o mantener una conversación, por ejemplo.

Quienes la padecen suelen sentirse incomprendidos, ya que los síntomas no siempre son visibles, lo que puede derivar en aislamiento social, pérdida de confianza y mayor riesgo de ansiedad o depresión.

Por ello, el tratamiento debe ir más allá de la rehabilitación cognitiva, integrando apoyo psicológico y acompañamiento familiar, pilares fundamentales en el proceso de recuperación.

¿Cómo se trata la fatiga cognitiva?

Habitualmente, para prevenir o tratar la fatiga cognitiva basta con que la persona se comprometa con el autocuidado y los buenos hábitos para así manejar las situaciones que pueden causar fatiga mental:

  • Rutina del sueño. El descanso es fundamental para prevenir la fatiga cognitiva. También algunas técnicas de relajación y mindfulness pueden ayudar a combatir la fatiga.
  • Gestionar el tiempo. Hay que planificar la jornada alternando periodos de descanso y actividad. También puede ser útil dividir las actividades más largas para que sean más pequeñas y manejables. En esos tiempos de descanso, podemos aprovechar para hacer estiramientos físicos, dar un paseo, hablar con otras personas, hacer tareas que no requieran esfuerzo cognitivo.
  • Reducir las distracciones. A la hora de realizar actividades cognitivas que requieran máxima concentración, es necesario crear un ambiente adecuado que ayude a mantener la atención, reduciendo las distracciones.
  • Realizar actividad física. La actividad física moderada estimula la liberación de neurotransmisores relacionados con el bienestar, como la dopamina y la serotonina. De este modo, no solo mejora la resistencia física, sino que también aumenta la tolerancia al esfuerzo mental y disminuye la sensación de cansancio. Además, el ejercicio regular puede disminuir la depresión y mejorar el sueño.
  • Cuidar el estado de ánimo: La depresión y la ansiedad pueden empeorar la fatiga cognitiva y, a su vez, la fatiga puede generar problemas emocionales. Por eso es importante vigilar el estado de ánimo y recurrir a especialistas para abordar estas situaciones.

Fatiga cognitiva en el proceso de rehabilitación en Lescer

Aunque la fatiga cognitiva puede afectar a cualquier persona, en Lescer sabemos que también suele presentarse en personas que han sufrido un daño cerebral o que conviven con una enfermedad neurológica, como la esclerosis múltiple. Es uno de los síntomas más invisibles, pero afecta directamente al tratamiento rehabilitador de una lesión cerebral, ya que afecta al ánimo, a la concentración y a las ganas de continuar con el tratamiento.

Por tanto, además de tratar las secuelas propias de cada dolencia, es necesario lidiar con la fatiga cognitiva que puede sufrir el paciente. Es por eso que el Lescer desarrollamos programas de neurorrehabilitación personalizados en los que tenemos en cuenta el cansancio mental que puede intensificar las dificultades en la concentración, la memoria o la planificación, y hacer que el paciente se fatigue con mayor rapidez. Para ello, adaptamos el ritmo de las terapias y establecemos descansos estratégicos para organizar las actividades y prevenir la sobrecarga mental, de modo que el proceso terapéutico resulte más llevadero y eficaz.

Nuestros programas de neurorrehabilitación combinan distintas áreas como la neuropsicología, la fisioterapia, la logopedia y, de manera fundamental, la terapia ocupacional que, en caso de fatiga cognitiva, es especialmente necesaria para ayudar al paciente a retomar sus rutinas y a mejorar su autonomía en la vida diaria. Si quieres conocer con más detalle cómo trabajamos la fatiga crónica en pacientes con daño cerebral o enfermedades neurológicas, contacta con nosotros a través del correo administracion@lescer.es o llámanos al teléfono 91 739 81 42 y te informaremos de ello.

Referencias consultadas

Infobae.com Fatiga cognitiva: cuatro consejos de la neurociencia para combatir el agotamiento mental. Disponible en: https://www.infobae.com/tendencias/2023/07/21/fatiga-cognitiva-cuatro-consejos-de-la-neurociencia-para-combatir-el-agotamiento-mental/ 

ALCEM. Asociación de Luchas contra la Esclerosis Múltiple. Fatiga cognitiva: abordaje de un síntoma invisible. Disponible en: https://alcem.org.ar/2024/02/07/fatiga-cognitiva-abordaje-de-un-sintoma-invisible/ 

Esclerosis Múltiple Euskadi. Fatiga cognitiva: no puedo pensar con claridad. Disponible en: https://www.esclerosismultipleeuskadi.org/fatiga-cognitiva-no-puedo-pensar-con-claridad/